Ciencia y Tecnología

Producción energética debe ser sustentable y benéfica para la economía: experto

PACHUCA DE SOTO, 03 DIC/NEWS HIDALGO/.– El problema del cambio climático demanda patrones de consumo sustentable además de producción de energía limpia que no perjudique la economía de los mexicanos ni la soberanía nacional, así lo consideró el profesor titular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Fausto Quintana Solórzano, al impartir una conferencia magistral en el Tercer Seminario Retos y Desafíos de la Educación Media Superior en México (RyDemsm), que realizó la Escuela Preparatoria Número Seis de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

A través de la plataforma virtual de Zoom y de las redes sociales, el profesor Fausto Quintana Solórzano sostuvo que ante la necesidad de producir energía limpia, las empresas trasnacionales han asumido esta tarea pero con esquemas que no benefician al país.

“Además de ser sustentable la producción de energía debe ser un negocio óptimo para la economía nacional, estamos comprando energía a un alto costo y eso no se vale, esas políticas han perjudicado al consumidor”, señaló durante la conferencia magistral “Colapso Ecológico y Cambio Climático”.

El académico adscrito al Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM enfatizó que ha existido un abuso de la política empresarial en las leyes de México. “Cuando se va a afectar a los empresarios se disuade a los legisladores, que han representado más a los empresarios que a la población. No representan los intereses de la sociedad en seguridad alimentaria ni en seguridad energética”, puntualizó.

“Lo que es legal a veces no puede ser legítimo. Muchas veces está asentado en las leyes, pero en realidad está plasmando el poder de empresas y políticos”, sentenció en un contexto nacional en el que se discute la aprobación de una Reforma Eléctrica para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) produzca 54 por ciento de la demanda del país y 46 por ciento esté a cargo de la iniciativa privada, con la finalidad de que no suba el costo de la luz eléctrica para la población, como sucede en países como España, mediante acciones como la modernización de 14 centrales hidroeléctricas.

En el mismo sentido, planteó que la crisis ambiental es producto del desgaste del modelo de desarrollo que ha impuesto patrones culturales y de consumo no sustentables. Expuso que el mercado global promueve el consumismo y no la reutilización, como ejemplo mencionó que algunas marcas invitan al consumidor a desechar ropa y comprar nueva.

“La lógica de remendar para el capitalismo no tiene sentido, nos venden la idea de que no tenemos que reciclar los productos porque sale más caro repararlos que comprar uno nuevo, como los celulares”, explicó al subrayar que la cultura del consumo es uno de los grandes motores del cambio climático.

“Hay que repensar la idea de desarrollo sustentable o sostenible. ¿Necesitamos los 30 pares de zapatos? ¿Hacer viajes constantes? ¿Comer carne dos, tres veces a la semana?”, cuestionó el especialista en cooperación internacional, sustentabilidad, cambio climático y política forestal,  quien alertó que de no cambiar la tendencia, y no se controlan las emisiones del dióxido de carbono, continuará el aumento de la temperatura global.

Ante los universitarios, Quintana Solórzano citó que desde 1990 un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial demostró que el cambio climático, si bien es un proceso natural, es resultado de las actividades humanas que han acelerado este fenómeno.

Por ello, afirmó que falta un mayor involucramiento de los jóvenes con el combate al cambio climático: “Hacer proyectos, entrar a campañas de reforestación, asociarse a partidos políticos, tenemos que salir al territorio, caminar, recuperar ese contacto con la naturaleza y exigir a sus autoridades, en las universidades, hay que incidir en el tema ambiental”.

Cualquier acción por mínima que se considere es importante para la transformación social y ecológica, recalcó el académico, quien invitó a la población a implementar una vigilancia sobre los “etiquetados verdes” o  de sustentabilidad ambiental en los productos, como son los árboles naturales que se comercializan como adorno navideño en esta temporada.

“Muchas veces se pone etiquetado verde a lo que no es verde. Debemos revisar si cumple con la sustentabilidad, la técnica del crecimiento del árbol no afecta el entorno, si el árbol se recicla, se hace composta, o solo termina en el basurero”, concluyó.

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