Gentrificación con justicia social, beneficio para la sociedad

PACHUCA DE SOTO, 09 JUL /NEWS HIDALGO/.- La gentrificación debe verse como un proceso natural en el desarrollo urbano de las metrópolis que se ha dado a lo largo de la historia, no es necesariamente intencional o negativa desde su origen, sino que surge como resultado de dinámicas económicas, sociales y espaciales que acompañan este progreso, indicó Yamile Rangel Martínez, profesora investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
La docente, adscrita al Área Académica de Sociología y Demografía del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu), explicó que la gentrificación no debe tomarse como un problema, sino como un fenómeno, que comienza cuando colonias o barrios denominados populares empiezan a experimentar una transformación impulsada por la llegada de personas de mayores recursos económicos.
Dentro de los beneficios se puede mencionar que este cambio suele estar acompañado de remodelaciones, aumento en la plusvalía de las viviendas y en el perfil socioeconómico del vecindario. Como consecuencia, se habla de una mejora de infraestructura en general; incrementa la seguridad y baja la tasa de criminalidad; además, se invierte en servicios públicos como el transporte, salud, limpieza y educación.
“La gentrificación tiene efectos positivos si se gestiona con justicia social, si incluye políticas de vivienda asequible para evitar el desplazamiento, respetar y promover la identidad cultural, una mayor participación comunitaria, así como generar beneficios equitativos para residentes antiguos y nuevos”, declaró Yamile Rangel.
Sin embargo, los factores negativos de este fenómeno son el aumento de alquileres y costo de vida, por lo que muchas familias ya no pueden pagar y se ven obligadas a abandonar la zona. Esto trae como consecuencia que quienes se desplazan a nuevas zonas urbanas que muchas veces pueden ser de alto riesgo, ignoren los planes de ordenamiento territorial.
Recalcó que pertenecer a un asentamiento de bajos recursos no significa vivir en malas condiciones, por lo que invitó a la sociedad en general a mantener limpias sus zonas urbanas, colaborar en el mantenimiento, crear patrullas vecinales y conocer los apoyos del gobierno para el cuidado de las mismas. “Tener un espacio digno no solo ayuda al estado físico de la colonia, también al estado emocional de sus habitantes”, señaló la investigadora Garza.
Para finalizar, invitó a las personas a conocer el fenómeno y no dejarse llevar solamente por noticias alarmistas: “No es necesariamente culpa de los extranjeros, sino una necesidad de los mismos dueños, en su mayoría compatriotas, quienes aumentan el costo cuando la plusvalía del lugar crece. Por ello es importante no generar discursos de odio, evitar las protestas con uso de violencia y no perjudicar a terceros”.