Salud

Necesario visibilizar la salud menstrual como una cuestión de derechos: especialista Garza

CIUDAD DE MÉXICO, 18 JUL /NEWS HIDALGO/.- La falta de educación sexual integral desde edades tempranas y los obstáculos para acceder a licencias menstruales en centros de trabajo contribuyen a normalizar el dolor e invisibilizar a quienes viven con endometriosis, señaló Lilian Scarlet Gerardo Muñoz, estudiante del Doctorado en Ciencias del Comportamiento Saludable del Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa), de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

Esta enfermedad ocurre cuando el tejido que normalmente recubre el interior del útero, el endometrio, crece en lugares donde no debería, como los ovarios, las trompas de falopio, la vejiga o incluso otros órganos; su detección suele tardar años debido a la falta de información y a la creencia de que el dolor menstrual es normal. Se estima que afecta aproximadamente al 10 % de las personas menstruantes.

Sus síntomas incluyen dismenorrea secundaria, molestias durante las relaciones sexuales, sangrado abundante, dificultad al orinar o defecar, fatiga constante, anemia, trastornos digestivos, dolor en la zona lumbar, sensibilidad en los senos, incluso, infertilidad en algunos casos. Estos malestares afectan significativamente la calidad de vida de quienes los padecen, impactando tanto su bienestar físico como emocional.

Estas manifestaciones pueden generar diversas afectaciones en la vida cotidiana, como un menor desempeño, dificultad para concentrarse, ausencias en los centros de trabajo y educativos o un cansancio constante que interfiere con las actividades diarias. A esto se suma la falta de empatía y la presencia de comentarios discriminatorios, pasivo-agresivos o machistas, como “porque eres mujer te tocó padecerlo”, lo cual refuerza estereotipos y empeora una situación que ya es difícil de enfrentar.

La también docente Garza señaló que las licencias menstruales que han implementado algunos centros laborales, permiten hasta dos días de ausencia al mes. Sin embargo, aplicarlas en instituciones educativas representa un reto, ya que el permiso depende de acudir a servicios médicos saturados y con diagnósticos tardíos. 

Por tal motivo, Gerardo Muñoz propuso que la educación sea el punto de partida para transformar el entorno social en un espacio más solidario y respetuoso, donde se promueva una cultura de comprensión hacia quienes viven con condiciones menstruales como la endometriosis, pues sólo a través de la empatía y el entendimiento, la salud menstrual podrá dejar de ser un tema tabú y asumirse como una cuestión de derechos, bienestar y equidad.

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