Morena controla y evita la profesionalización militar: Diputados

PALACIO LEGISLATIVO DE SAN LÁZARO, 23 OCT /NEWS HIDALGO/.- Las y los diputados federales del PRI advirtieron que la nueva Ley Orgánica de la Armada de México representa un grave retroceso institucional, al someter a una de las fuerzas más respetadas del país al control político del gobierno en turno. “Morena no está modernizando la Armada, la está secuestrando”, subrayaron.
A nombre de la bancada del PRI, coordinada por Rubén Moreira y en acuerdo con la dirigencia nacional de Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, los legisladores Ariana Rejón, Graciela Ortiz y Alonso Reyes señalaron que esta ley que no nació en los cuarteles ni con la voz de los marinos, sino “en Palacio Nacional, con fines de control político y no de profesionalización militar”.
“La Armada de México es una institución histórica, noble y valiente, una armada que está para cuidar al pueblo, no para servir a los intereses de Morena. Por eso nos duele tanto lo que este gobierno le está haciendo”, afirmó Rejón Lara desde la Tribuna del Palacio de San Lázaro.
El dictamen, puntualizó, crea una Jefatura de Operaciones Navales nombrada directamente por la Presidenta, concentrando el mando estratégico sin contrapesos institucionales, lo que abre la puerta a la subordinación política y no a la rendición de cuentas.
Denunció que la ley otorga facultades discrecionales a la Presidenta para nombrar mandos sin evaluación técnica, definir políticas sin límites claros y autorizar operaciones en ciberespacio sin regulación. “Con esta ley la Armada de México deja de responder a la Constitución y pasa a responder a un partido: Morena”, alertó.
Por ello, adelantó que el PRI está en contra del dictamen y defenderá la autonomía y honor de las Fuerzas Armadas. “Ustedes merecen una ley construida con ustedes, no sobre ustedes. La Armada debe servir a México, no a un partido político”. Apuntó.
En su intervención, Graciela Ortiz afirmó que rechazan esta ley por considerar que profundiza la militarización de las funciones civiles del Estado, vulnera los derechos humanos, pone en riesgo la transparencia y rompe el equilibrio entre poderes.
Reconoció que la Armada de México ha sido orgullo nacional, conformada por mujeres y hombres que sirven con honor, lealtad y patriotismo, y cuya labor ha sido fundamental en la defensa de la soberanía, la seguridad marítima y la protección de nuestras costas frente a amenazas como el narcotráfico, la pesca ilegal, la piratería y el huachicol fiscal.
Indicó que esta reforma no busca únicamente actualizar el marco legal, sino validar decretos y reglamentos emitidos por el Ejecutivo Federal que han permitido, en contravención de la Constitución, la participación de las Fuerzas Armadas en tareas civiles, como la administración de aduanas, donde, recordó, existen casos documentados de corrupción y contrabando fiscal por más de 600 mil millones de pesos.
Por su parte, el diputado Miguel Alonso aseguró que su partido no puede permitir que bajo la bandera de modernización se justifique la militarización de la vida pública.” Desde el GPPRI rechazamos una ley que borra los contrapesos, omite el respeto a los derechos humanos y distorsiona la esencia de una institución que debe seguir siendo orgullo nacional”, resaltó.
Dijo que en los últimos siete años se le han impuesto tareas que no corresponden a su diseño original, control de aduanas, administración de puertos, de aeropuertos, construcción de ingeniería civil, como los megaproyectos fallidos y desde luego tareas de seguridad pública que no son propias de su esencia.
Mencionó que también se elimina la obligación expresa de que las acciones de la Armada se realicen con respeto estricto a los derechos humanos; se incorpora formalmente a la Guardia Nacional en la coordinación con las Fuerzas Armadas, lo que genera una línea cada vez más corta entre la seguridad nacional y la seguridad pública, y la creación de nuevas estructuras operativas sin claridad presupuestaria y la posibilidad de que se vulnere el sistema republicano.
Por lo anterior, los legisladores del PRI reiteraron su compromiso con la seguridad nacional, pero también con la democracia y con las libertades civiles. “Esta militarización, este autoritarismo va siguiendo un camino que lamentablemente ya siguieron otros países, como fue el terrible y trágico caso de Venezuela”, concluyeron.



