CIUDAD DE MÉXICO, 02 Jun .- Mucho se ha hablado sobre las ventajas y retos del modelo educativo dual y sus carencias, así como los avances y programas que se implementan en el país tomando como ejemplo algunas de las mejores prácticas de Estados Unidos, Canadá y Europa; sin embargo, la pregunta aún permanece: ¿cómo adaptar las experiencias educativas de potencias mundiales como Alemania en el contexto latinoamericano, para que el resultado final sean jóvenes preparados emprendedores, y no sólo técnicos que trabajen para las transnacionales?
Durante el Foro Internacional de Educación Dual y Responsabilidad Corporativa, organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el doctor Hiromichi Katamaya, experto de la UNESCO, explicó que la educación dual consiste en “proveer las habilidades laborales que lleven a una calificación reconocida, combinando la enseñanza en el espacio laboral en una forma estructural”.
De acuerdo con Katamaya, quien también es miembro de la Sección para la Juventud, la Alfabetización y el Desarrollo de Habilidades de la UNESCO, más de 80 por ciento de los empleos en los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo económicos (OCDE) son asalariados, mientras que en los países latinoamericanos el porcentaje está entre 65 por ciento y 70 por ciento.
“Hay que pensar (sobre) el tipo de aprendizaje laboral que podemos darles a los trabajadores no asalariados, (que son) más de 30 por ciento”, dijo el experto, y la forma como se va a lograr esto es poniendo primero atención en el contexto.
“Tenemos que entender el contexto antes de introducir las prácticas a nivel de preparatoria y licenciatura (…) El contexto del oficio, de las industrias, así como de la disponibilidad de oportunidades de entrenamiento laboral en cada país. Tenemos que considerar el contexto nacional”, afirmó.
El modelo de educación dual se extiende mucho más allá de las prácticas profesionales, de hecho, implica todo un sistema organizado que incluya la comunicación y la cooperación entre gobierno, industria, instituciones educativas y sociedad, no sólo para generar individuos mejor preparados sino para promover toda una nueva cultura educativa que se adapte a las necesidades sociales.
“Tenemos que poner atención a los países en desarrollo, especialmente a los países de mediano ingreso, para discutir cuál sería el papel del gobierno y el del sector privado para asegurar los sistemas de educación dual y qué tipo de oportunidades educativo-laborales se pueden proveer para los trabajadores independientes y pequeñas y medianas empresas”, recomendó.
Más aún, la brecha digital y la automatización generada por las máquinas son temas que también es importante poner sobre la mesa porque en el presente y a la larga tendrán efecto en las oportunidades laborales.
“Hay una incertidumbre en la predicción de cómo las nuevas tecnologías afectarán a los trabajos. (…) De acuerdo con cifras del Banco Mundial, hay una gran variación en los trabajos debido a la automatización”.
La educación dual puede hacer una contribución a la mejora del capital humano y social, al desarrollo económico y a generar empleos para los grupos en desventaja, para asegurar la inclusión y la equidad en la sociedad, de eso no hay duda, el ‘cómo implementarla’ es la discusión que aún sigue vigente, con algunas interrogantes clave al respecto.
Otras interrogantes expuestas en la intervención de Katamaya son: ¿Qué tipo de alianzas público-privadas deberían de establecerse?, ¿qué tipo de oportunidades educativo-laborales se pueden brindar a trabajadores independientes y para las pequeñas y medianas empresas?, y ¿cómo la Educación y el Entrenamiento Técnico y Vocacional (TVET por sus siglas en inglés) puede solucionar las demandas educativo-laborales en vista de la creciente automatización y crecimiento de la inteligencia artificial?
Myriam Vidal
Foro Consultivo
