Ciencia y Tecnología

Estudiante de UAEH presenta proyecto de investigación sobre el grafitti y la contracultura

PACHUCA DE SOTO, 18 DIC /NEWS HIDALGO/.- Salvador Romero Trueba, estudiante de séptimo semestre de la Licenciatura en Artes Visuales de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), participó en el Congreso Internacional Semillero de Investigadores del que fueron parte diversas casas de estudio del país con sede en la Universidad Autónoma Chapingo, en donde presentó su estudio “In-satisfaction, el graffiti como forma contracultural”.

A través de una entrevista, el alumno Garza explicó que su trabajo surgió durante la pandemia por COVID-19, cuando cursó una materia sobre fotografía. La profesora Frida Bulos les enseñó a hacer antotipias, una técnica que se vale de la cualidad fotosensible de los pigmentos vegetales.

Refirió que en un principio deseó basar su trabajo para esta materia en piercings, fotografía y grafittis, sin embargo, la limitante de acercarse a la gente lo llevó a solo enfocarse en dicho arte. “Recuerdo que mi primer encuentro con el graffiti fue porque unos chicos fueron a grafitear mi casa y mi papá acababa de pintar la fachada. Se hizo una investigación, dieron con los culpables y todo, pero a mí se me hacía muy curioso porque era una moda. Había muchos chicos que iban en las patrullas de la policía por andar rayando las paredes”, mencionó.

Expuso que con el paso del tiempo, el gobierno del lugar de donde es originario, Texcoco, Estado de México, dispuso algunas bardas para ofrecerles como lienzo a las y los jóvenes. Estos sucesos le llevaron al estudiante de la UAEH a preguntarse por qué el grafitti no se preserva igual que un mural si también es una obra de arte, lo que le convenció de fotografiarlos, pero también de presentarlos diferente a la imagen de arquitectura o de inmueble.

Gracias a que su papá le regaló un libro sobre contracultura del escritor mexicano José Agustín, quien se dice perteneció a la llamada “literatura de la Onda” junto a Parménides García Saldaña y René Avilés Fabila, encontró las bases que necesitaba para justificar su trabajo. “Él menciona que las contraculturas surgen por una insatisfacción con la cultura institucional, la cual tiende a ser muy rígida y no permite otras expresiones o es muy difícil que adopte otras formas de pensar; entonces lo que hice fue un símil y reflexioné sobre eso”, indicó.

Con base en ello, el joven alumno continuó su investigación sobre el grafitti y se entrevistó con algunos artistas, conoció sus principales características y el lenguaje que existe entre quienes se dedican a pintar, como el no tapar las obras que ya existen. Posteriormente buscó cómo presentarlo, ya que quería hacerlo de forma distinta y una manera fue a través de la fotografía de moda.

Para entonces ya estaba aprendiendo a utilizar Photoshop, herramienta digital que le ayudó a sobreponer los grafittis en las prendas que utilizaron algunas modelos que posaron para continuar su trabajo de investigación. “Escogí prendas que para mí eran interesantes o que asociamos con cierto sector de la población como con los hippitecas, los punketos, entre otros. También fue toda una experiencia para mí”, mencionó.

Después vino la técnica de impresión basada en la antotipia; usó cúrcuma por el color naranja que deja en las imágenes, además de que trasmite poder. Después, montó la obra en un álbum antiguo que le regaló su abuelita, el cual permite apreciar cómo se integra, además de algunos textos que lo completan.

“De este modo, todo el proyecto fue contracultura: el método de impresión, la forma de montaje, el autor que respaldó teóricamente, cómo se usó la fotografía de moda, pero sobre todo, viene esta cuestión de la antotipia, hasta llegar al montaje con medios que son finitos y no duran para siempre”, enfatizó, agregando que al mismo tiempo hizo una comparación con la vida, que también es finita.

 

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