PACHUCA DE SOTO, 04 JUN /NEWS HIDALGO/.- Mediante un análisis del discurso visual del cabaret en México entre 1920 y 1960, Denisse Eunice Santillán González, estudiante de la Maestría en Historia de México del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu), de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), estudió el consumo del cuerpo femenino en la actualidad y cómo esta práctica ha cambiado poco con el tiempo.
Para su trabajo de tesis, la también antropóloga Garza se adentró en la colección Casasola, los registros de Nacho López y el archivo SEMO, todos resguardados en la Fototeca Nacional, con sede en Pachuca, con el objetivo de entender cómo era el consumo visual en aquella época. Para ello, examinó las imágenes de figuras emblemáticas como Ninón Sevilla, Tongolele y Eda Lorna, entre otras.
Durante las investigaciones preliminares de estos registros fotográficos, Santillán González descubrió que el consumo y la sexualización del cuerpo femenino no han cambiado con el paso del tiempo, más bien, se han normalizado, al punto de ser común ver a las mujeres como objetos para la satisfacción del consumidor.
La estudiante Garza puntualizó que el cabaret tiene una naturaleza transgresora, cuyo objetivo es rebelarse contra la moral dominante y burlarse de la burguesía y las desigualdades sociales. Por ello, su auge en nuestro país refleja una doble moral, ya que la sociedad de aquella época era sumamente conservadora, consideraba a las cabareteras, vedettes, rumberas o cualquier mujer que trabajara en los centros nocturnos como “malas mujeres” o “pecadoras”, que paradójicamente eran consumidos frecuentemente.
“Por un lado, se castigaba el comportamiento de exhibir el cuerpo y consumir alcohol, pero por otro, el cabaret se volvió un éxito”, enfatizó Denisse Santillán.
A su vez, recalcó que parte del auge de este espectáculo se debe, en gran medida, al contexto sociocultural que vivía México. En ese momento, las trabajadoras de los centros nocturnos comenzaron a exigir el reconocimiento de sus derechos laborales, lo que permitió la creación de sindicatos que velaran por ellas, así como registros de salubridad para conocer su estado de salud. Aunado a esto, la explosión urbana de 1940 propició la asistencia a estos espacios como una forma de esparcimiento y liberación del estrés.
Ante esto, la maestrante Garza destacó la importancia de este tipo de investigaciones para analizar el comportamiento humano y las sociedades, con el propósito de promover la equidad, el bienestar y la justicia social.
Cabe mencionar que su tesis “El cuerpo femenino como objeto de consumo en México. Un análisis del cabaret a través de la fotografía histórica de 1920 a 1960” se encuentra en su primera fase de investigación, por lo que espera que los resultados finales ofrezcan un panorama más completo sobre el consumo del cuerpo femenino
