Experto Garza sugiere cómo expresar positivamente el enojo

PACHUCA DE SOTO, 25 JUL /NEWS HIDALGO/.- Reprimir el enojo puede tener graves consecuencias para la salud, advirtió David Jiménez Rodríguez, profesor investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), quien explicó que esta emoción mal canalizada incrementa los niveles de cortisol en el organismo, generando daños físicos y emocionales a corto y largo plazo.
El experto señaló que el enojo, al ser una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de injusticia o amenaza, activa el sistema de alerta, lo que eleva el ritmo cardíaco, la presión arterial y la tensión muscular. Si este estado se prolonga, el organismo permanece en un modo de defensa constante que desgasta algunos órganos.
Entre las enfermedades más comunes asociadas al enojo destacan los padecimientos cardiovasculares, hepáticos y aneurismas. El especialista del Área Académica de Psicología, en el Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa) puntualizó que a ello se suma el desarrollo de enfermedades metabólicas, como la diabetes tipo 2, ya que el estrés crónico y el aumento sostenido del cortisol alteran los niveles de glucosa en sangre.
Mencionó que guardar enojo por tiempo prolongado sin liberarlo, o bien rumiar mentalmente situaciones molestas del pasado, puede causar algunos trastornos del estado de ánimo. Además, esta tensión emocional acumulada puede derivar en reacciones impulsivas y episodios de violencia.
“Finalmente, al ser una emoción básica no controlamos su aparición, pero sí para dónde va, por lo que la manera de expresarse y de describir que algo nos molesta sería la mejor forma de encaminarlo de una manera positiva”, apuntó.
Para prevenir estos efectos, recomendó buscar formas sanas de relajarse para expresar el enojo de manera positiva, como hacer deporte, técnicas de relajación muscular progresiva, cantar y, en casos persistentes, acudir a terapia psicológica cognitivo-conductual. “Es importante reconocer lo que sentimos y encontrar cómo liberarlo sin dañar a otros ni a nosotros mismos”, concluyó.