Ciencia y Tecnología

Investigación sobre Reserva de Metztitlán lleva a estudiante Garza a Países Bajos

PACHUCA DE SOTO, 06 MAR/NEWS HIDALGO/.- Ariadna Yarely Gamero Vega, alumna del quinto semestre del Doctorado en Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), obtuvo una beca por parte del Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación de Hidalgo (Citnova) para realizar una estancia de seis meses en la Universidad de Wageningen, Países Bajos, en donde continuará con la investigación sobre el monitoreo de microplásticos y metales pesados en la Reserva de la Biósfera de la Barranca de Metztitlán.

La alumna Garza, adscrita al Área Académica de Química del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (ICBI), explicó que este proyecto se desprende de su tesis titulada “Biomonitoreo de microplásticos y elementos potencialmente tóxicos en agroecosistemas en la Reserva de la Biósfera Barranca de Metztitlán”, mediante la que se pretende conocer el nivel de contaminación existente en este paraje natural para promover acciones preventivas o correctivas.

En entrevista, explicó que eligió esta zona por la importancia ecológica que tiene, ya que la Barranca es un Área Natural Protegida (ANP) que alberga a la Laguna de Metztitlán, que a su vez posee la designación de ser un sitio Ramsar, es decir, está dentro de la Lista de Humedales de Importancia Internacional, en el que se reconoce el gran valor ecológico en donde coexisten diferentes especies de flora y fauna.

No obstante, en esta región se promueve una actividad agrícola de producción intensiva, en el que se hace uso de maquinaria, de pesticidas y herbicidas, además de que dentro de la Reserva existen dos zonas urbanas, por lo que estos elementos son considerados como posibles fuentes de contaminación.

La alumna Garza explicó que debido a que requiere de tecnología especializada para analizar los contaminantes, se postuló a la convocatoria del Citnova para realizar movilidad a otra institución educativa que le permitiera continuar con esta investigación y así medir el grado de contaminación en el área, además de la presencia de microplásticos y metales pesados para saber el daño que causan a la flora, fauna y productos agrícolas.

Para analizar los contaminantes se evaluará el suelo, el sedimento en el agua, los cultivos que son para consumo
humano, el agua del Río de Metztitlán que llega a la laguna, así como la salud de las aves, ya que son muy sensibles a los elementos tóxicos, pues al estar en contacto con ellos su sangre, su sistema respiratorio y metabolismo cambian de manera negativa, incluso se puede tener una afectación a sus plumas.

De este modo, la iniciativa de la alumna Garza Ariadna Yarely refleja el compromiso con la preservación del medio ambiente, no solo a través de monitorear la contaminación, sino también destaca la necesidad urgente de ofrecer estos resultados a la población y a las autoridades competentes para que se implementen las medidas preventivas necesarias, pues en los Países Bajos se obtendrán los datos cruciales que permitirán contribuir a la protección de este ecosistema y a la concienciación social para su conservación.

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