PACHUCA DE SOTO, 28 DIC/Hidalgo Sport. Lauro Campos/.- El judo hidalguense atraviesa un proceso de relevo generacional y uno de los nombres que apunta a consolidarse en esta nueva etapa es el de Kali Yetzirah Olvera Evangelista.
Con más de una década de formación sobre el tatami, la judoca sub-21 en la división de hasta 52 kilogramos vive una fase de reconstrucción deportiva que la motiva a mirar nuevamente fuera de las fronteras nacionales.
Su camino no ha sido lineal, entre pausas obligadas por lesiones y la exigencia académica, Olvera tuvo que reajustar rutinas, recuperar ritmo y fortalecer su mentalidad competitiva.
Ese proceso, lejos de frenarla, terminó por darle mayor madurez y claridad sobre sus objetivos. Hoy se encuentra enfocada en sostener su nivel y dar continuidad a una carrera que ya cuenta con resultados relevantes.
En su historial destacan títulos nacionales obtenidos en la Olimpiada Nacional en 2022 y 2025, además de una presea de bronce en la edición 2024. A ello se suma una experiencia internacional temprana con un quinto lugar panamericano en 2019, antecedentes que respaldan su aspiración de volver a ese tipo de escenarios.
La renovación personal también pasa por la inspiración. Kali reconoce en Luz Olvera un referente cercano, tanto por su trayectoria como por el apoyo que le ha brindado en su crecimiento deportivo.
A mediano plazo, la judoca hidalguense busca reafirmar su dominio a nivel nacional y, en un horizonte no mayor a dos años, asegurar su clasificación a un evento internacional. Su mensaje es claro: la disciplina y la constancia son el verdadero motor del alto rendimiento, incluso cuando el proceso exige empezar de nuevo.
