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Las mujeres como pilar social dentro de contextos migratorios

PACHUCA DE SOTO, 30 MAY/NEWS HIDALGO/.-  La migración de varones en las zonas rurales de México es un fenómeno que ha marcado significativamente la estructura social y familiar dentro de sus comunidades, dicha dinámica migratoria se realiza con el objetivo de una mejora en la calidad de vida, además de una estabilidad económica, sin embargo esto trae como consecuencia una reorganización del núcleo familiar, en el que las mujeres asumen roles fundamentales ante la ausencia del hombre.

Por medio del trabajo titulado “Prácticas femeninas legitimadas en el trabajo reproductivo y de cuidados en un contexto migratorio rural”, Ivonne Hernández Moctezuma, alumna del Doctorado en Ciencias Sociales del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu), de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), realiza una investigación en la cual, expone cómo las mujeres de algunas zonas rurales asumen un rol vital para el sustento social y familiar de sus comunidades ante la ausencia del esposo o padre durante la mayor parte del año.

El trabajo tuvo como objeto de estudio la localidad de Hermosillo Monte Noble en Santiago de Anaya Hidalgo, lugar en el que los varones migran por razones de empleo en periodos de ocho o nueve meses al año, lo que implica que las mujeres se queden solas durante ese tiempo. “El foco de atención de este trabajo fue ver cómo las comunidades se siguen manteniendo ante la ausencia de los varones, las mujeres se encargan del funcionamiento y la vida social, sin embargo esto implica una mayor carga de cuidados, mismos que se ven opacados por la cuestión del sustento económico que proviene de los hombres” mencionó Hernández Moctezuma.

La estudiante Garza señaló que las mujeres de estas comunidades no solamente se enfocan a dar atención al contexto familiar, sino que también suelen adquirir un trabajo remunerado, con lo que asumen un rol proveedor, sin embargo, la carga excesiva de actividades representa un riesgo a su salud física y emocional, por lo que se necesita dar visibilidad a la desigualdad social que eso implica.

“Las mujeres de estas localidades viven en un constante reajuste emocional, psicológico y laboral, pues su vida cotidiana parte de la presencia o ausencia del varón, al estar solas, ejercen autoridad sobre sus hijos, manejan la economía familiar, sin embargo cuando los hombres regresan no solo viene otro periodo de reajuste, también la conducta de las y los hijos cambia, pues pareciera que quien tiene el poder adquisitivo es la autoridad máxima del hogar , cuando la realidad es que las mujeres también tienen ese poder”, sostuvo.

Por otra parte, Hernández Moctezuma recalcó que a pesar de desempeñar tareas esenciales para el bienestar familiar y comunitario, la labor femenina suele ser invisibilizada en comparación con el papel del hombre como proveedor, con lo que la superioridad atribuida a los varones debido a su contribución económica perpetua una jerarquía injusta que ignora el trabajo no remunerado pero esencial realizado por las mujeres. “Este tipo de prácticas impide que las mujeres se reconozcan como generadoras del cambio social de su entorno”.

Durante el trabajo de campo, la estudiante Garza subrayó que uno de los principales obstáculos era realizar entrevistas, ya que el ritmo acelerado y la carga de actividades volvían imposible acercarse a platicar, a pesar de ello, remarcó que situaciones más cotidianas como caminar en el parque o realizar compras permitió una cercanía, misma que resulto enriquecedora para el trabajo.

Asimismo, esta experiencia permitió a Hernández Moctezuma ampliar su visión en torno al acontecer social que las mujeres enfrentan día con día, en el que a nivel mundial, se extiende una cultura desigual en relación al deber ser y las políticas de cuidado al colocar una exigencia mayor para con las mujeres pero al mismo tiempo, ignorar la contribución social y económica que ellas ejercen dentro de su entorno.

“El reconocimiento social está inclinado en favor de los varones, lo que es síntoma de una desigualdad, por ello hay que dar visibilidad a este tipo de temas, la lucha no es contra ellos, la lucha es contra los constructos sociales que encasillan a las mujeres”, concluyó.

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