PACHUCA DE SOTO, 11 JUL/NEWS HIDALGO/.- Como parte del programa de actividades de los departamentos de Psicología y Nutrición del Instituto de Artes (IA), de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), se presentó la cápsula informativa “Ansiedad”, en la que profesionales de la salud mental conversaron acerca de lo que implica el padecer este trastorno.
La psicóloga Aura Fonseca, Rebecca Ángeles, responsable del Área de Psicología en el IA, así como las alumnas de Psicología en la UAEH, Kathia Soriano y Araceli Camarena, fueron las encargadas de presentar la cápsula.
La ansiedad es una palabra frecuente que se ha convertido en algo cotidiano, misma que la psicóloga Rebecca Ángeles definió como la “reacción emocional biológica adaptativa que nos va a permitir anticiparnos a un peligro o amenaza, ya sea real o imaginario”.
De igual forma, las psicólogas dieron a conocer que para que esta reacción sea catalogada como trastorno de ansiedad, tiene que ser intensa, excesiva y continua, sin embargo, no solamente hay un tipo de ansiedad, sino que existen varios.
Las expertas consideraron que hablar de ansiedad es importante porque, de acuerdo a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2017 los trastornos más frecuentes en las personas fueron la depresión, seguida de la ansiedad, ya que habían aproximadamente 260 millones de personas en el mundo que padecían esta última.
La responsable del Área de Psicología en el Instituto de Artes reveló que es la ansiedad la problemática que más se atiende, pues hay estudiantes que llegan con leves a moderados niveles de ansiedad. Si bien la ansiedad catalogada como “normal” forma parte de un proceso de adaptación y preparación a situaciones de riesgo o peligro, existe un problema cuando ésta se convierte en “desadaptativa”, es decir, cuando pasa a afectar el funcionamiento normal de una persona.
La ansiedad tiene tres componentes básicos: el fisiológico o somático, que tiene que ver con el sistema nervioso autónomo y produce síntomas como alteraciones en la respiración, palpitaciones irregulares del corazón, sudoración, problemas digestivos o náuseas; el motor o conductual, es decir, las conductas llevadas a cabo cuando se entra en ansiedad, tales como morderse las uñas, jalarse el cabello, movimientos constantes de pie, temblor en el ojo; y, por último, el cognitivo o subjetivo, que tiene que ver con las imágenes mentales o los pensamientos generados acerca de la situación que provoca la ansiedad, los cuales suelen ser catastróficos, pues se llega a pensar en el peor de los escenarios.
Algunos de los tipos de ansiedad expuestos por las expertas fueron la ansiedad generalizada, que se refiere a cualquier situación que el individuo, desde su subjetividad, considere es peligrosa. Al haber acumulación de trabajo, por ejemplo, la persona ya no se siente con la capacidad de controlarlo, por lo tanto, síntomas como irritabilidad, nerviosismo e inquietud comienzan a presentarse en ella.
Abordaron también el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), en el que la gente tiende a hacer conductas repetitivas para evitar algún peligro potencial que pueda ponerla en riesgo, interfiriendo de manera significativa con la funcionalidad en su día a día; el Trastorno por estrés Postraumático (TEPT), que tiene que ver con situaciones o experiencias negativas en las que la vida de una persona haya estado en peligro o bajo una amenaza constante después de una situación traumática; las fobias específicas, tales como la aracnofobia (fobia aguda a las arañas), claustrofobia (fobia a los espacios cerrados), entre otros; y la ansiedad social, que es el miedo a relacionarse con las demás personas, a ser juzgado y rechazado.
Al concluir, dieron a conocer que hay diversos factores que detonan las preocupaciones arraigadas a la ansiedad: el género, la etapa en la que se desarrollan estos, la edad y el contexto o la cultura. Igualmente, proporcionaron un contacto para quien guste enviar dudas o comentarios: [email protected].
