EPAZOYUCAN, 31 AGO/NEWS HIDALGO/.- Hace más de 40 años un ordenamiento directo del Vaticano cambió la tradición popular de un pueblo en Hidalgo, lo que en aquel entonces también ocasionó el descontento social de la mayoría de la población de esa localidad.
Se trata de la comunidad de Santa Mónica en el municipio de Epazoyucan, donde en la década de los 80, una decisión del más alto rango católico durante el pontificado de Juan Pablo II, causó revuelo y malestar de mucha gente que se opuso a cambiar la fecha de la tradicional feria patronal del poblado que históricamente se celebraba el cuatro de mayo.
Sin embargo por temas religiosos y de acuerdo a datos históricos sobre la vida de Santa Mónica, Patrona del pueblo, la santa sede ordenó a través de las autoridades eclesiásticas en México a través de la diócesis de Tulancingo y el representante de la parroquia en Epazoyucan, cambiar esa tradición y a pesar de la oposición social que hubo en esa época, a partir de entonces la feria patronal de Santa Mónica se realiza el 26 de agosto y este año por vez primera y después de mucho tiempo señalaron los organizadores, la comunidad se unió en un festejo popular como pocos en esa localidad, en el que prevalece el divisionismo social.
Con actividades religiosas, culturales, deportivas y de recreación popular, el comité organizador encabezado por el delegado, Salvador Montiel, logró conjuntar voluntades para ofrecer a la población un fin de semana de diversión y sano esparcimiento que curiosamente pueden presumir, se lleva a cabo dos veces al año, ya que por decisión de la comunidad, la celebración del cuatro de mayo, se sigue llevando a cabo de forma alterna a la fecha oficial que muchos no saben, impuso el clero desde Roma.
